martes, 31 de enero de 2012

Educación

La palabra 'educación' en español tiene la versatilidad de significar varias cosas. Es decir, es polisémica.

Puede hacer referencia a la educación como aquello que se aporta o se recibe en forma de conocimientos, de tal manera que se habla del sistema docente / discente. Pero también al conjunto de valores morales y normas de comportamiento que, también, se aportan o se reciben.

El problema de la 'educación' en España, de las dos vertientes, es que, en muchas ocasiones, es inexistente. El español medio se precia de ser educado y tener educación, de ser superior a los demás moralmente y en conocimientos (no por nada aquí sabemos de todo; ejemplo claro son los tertulianos de la radio, que igual te hablan de fútbol como de cocina, política, derecho internacional o sobre la última moda en encaje de bolillos), pero la realidad es muy diferente, y al final resulta que, por no saber, no sabe ni atarse los zapatos.

Otro de los grandes problemas de los españoles es que se trata del pueblo al que mejor se le aplica el refrán "ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio". Y esto, unido a nuestra soberbia y autoatribuida superioridad, nos hace criticar a gritos la estupidez del vecino, que tuitea sin poner ningún acento, cuando no nos damos cuenta de que en nuestras mamarrachadas (o en nuestros profundamente filosóficos mensajes) cometemos faltas similares, ignotas para nuestra limitada mente.

Cuando pasa el tiempo y aprendes a mirar, callar y escuchar, te das cuenta de que las afirmaciones universales solamente pueden traernos vergüenza y humillación. Nunca jamás desde hace varios años he vuelto a decir: "no voy a volver a..." o "yo no...", por muy contradictorio que parezca. Me imagino que, como española que soy, habrá veces en que lo diga. Situaciones tópicas, por otro lado, o momentos poco habituales, pero seguro que habrá veces en que todavía diga "No vuelvo a romper la dieta por culpa de un croasán con chocolate".

En esto, por otro lado, se hace necesario distinguir las afirmaciones serias de las que no lo son. No se puede tomar como máxima de vida esa "futurible no ruptura de la dieta", y acusar por romperla al día siguiente. Así uno no podría vivir.

Pero no se puede tolerar que alguien te desprecie porque no vives según sus máximas universales, que te mire por encima del hombro sin saber por qué haces lo que haces, que te juzguen simplemente por un comentario o por una imagen colectiva en la que ya te han encasillado (no hablemos ahora de nuestros prejuicios grupales, porque a veces parecemos gilipollas los españoles en conjunto), y que después te encuentres a tu juez de la moral universal haciendo lo mismo que tanto criticaba y sonriendo cínicamente.

Porque esto, señores, es España. Y eso nadie lo critica, porque en medio de este sistema nacemos, vivimos, nos reproducimos, y nos extinguimos en silencio. Por eso toleramos que nuestros políticos digan cambien de blanco a negro en cuestión de seis meses sin hacer otra cosa que reírnos y publicarlo en esta red que nos atrapa.

Adolezco de fallos generalizados y propios, como todo el mundo, pero al menos yo he aprendido a cerrar la boca y mirarme el mío antes que criticar cómo se sientan los culos ajenos. Así al menos, el día de mañana, tendré menos palabras que tragarme y quizás no me atragante.

sábado, 28 de enero de 2012

Receta de Mousaka

Hoy voy a daros mi maravillosa receta para hacer mousaka. Es un refrito de una receta que encontré por Internet y la mousaka del restaurante griego de Valladolid, el Kalimera.
Antes de nada debo advertiros de que es una receta un poco laboriosa. Se tarda en torno a 2 horas o 2 horas 30 minutos en hacer, y mucho menos tiempo en comerse. Pero suele merecer la pena.
Otra cosa importante para los que, como yo, odian la berenjena es que esta receta no sabe a berenjena. Está muy rica, de verdad. Mi hermana empezaría a decirme que menuda chorrada; si lleva berenjena, cómo no va a saber a berenjena... Pero es cierto. #truefact

Dicho lo cual, ahí vamos:

Ingredientes:
(Con esto se llenó la fuente blanca, y otra algo más pequeña. Lo que hice fue congelar la segunda fuente para la próxima vez, porque con la fuente blanca comen 4 ampliamente)
Para la base:
-1 cebolla y 1 cuarto.
- 4 patatas grandecitas (añadí otra después, que en la foto hay solo 3).
- 1 berenjena.
- 2 bandejas de carne picada de pavo pollo o de pollo. Se puede hacer, si no, con el sabor que cada uno quiera. Para esta cantidad yo calculo que con 800-900 gr. está bien.
- 1 bote de tomates pelados naturales, y en este caso eché ese cuenco de tomate frito también, que había sobrado de una salsa. Es preferible que haya tomate de más, porque se deja que se vaya consumiendo y no hay problema.
Y luego, ya sin cantidades fijas:
Sal, pimienta blanca, orégano, aceite, ajo-perejil (ver la anterior entrada), queso rallado, mozarella, etc.


Para la bechamel:
100 gr. de mantequilla.
100 gr. de harina (si se quiere una bechamel algo más consistente, un poco más).
1 L de leche.
Sal, pimienta blanca y nuez moscada.

Preparación:

Antes de empezar a contar, os pongo el esquema de la mousaka, que va en este orden de más arriba a más abajo:
Queso rallado + pan rallado
Bechamel
Mozarella
Berenjena
Carne
Patatas
Fuente

Entonces, se pica la cebolla finita y se reserva. Se corta en rodajas finitas la berenjena, previamente lavada, y se pone en una ensaladera. Se echa bien de sal por encima y se deja que vaya sudando.

Se deja reposar la berenjena, y mientras se pone a sofreír lentamente la cebolla.

Se le echa sal y una buena cucharada de ajo perejil, que ya sabéis que da muy buen sabor (¡Gracias, Patri! Ahora somos todos adictos xD). Se mezcla un poco la carne picada, se corta y se echa a la sartén. Se le vuelve a echar sal, y se va revolviendo y deshaciendo los mazacotes de carne que se suelen quedar pegoteados.
Mientras se va haciendo la carne, a la que se le echa sal y pimienta blanca, se pelan las patatas y se cortan en rodajitas, que no sean mu finas. Tendrían que tener como 1 cm. O mientras se va haciendo la cebolla. Ahí arriba podéis ver que ya tengo las papas peladitas....
Cuando la carne se ha sellado toda, se echa el tomate frito, y los tomates pelados se cortan en daditos y se echan también. Se echa el caldo de los tomates, NO SE TIRA NADA, se revuelve y se deja al fuego tapado, porque SALTA MUCHO.
Y mientras eso va haciéndose a su ritmo, vamos a preparar la patata y la berenjena. Para terminar lo del tomate quedan un par de toques. Cuando lleva un poquito haciéndose, se le echa bien de azúcar por encima, se revuelve y se deja que siga en ello otros 10 o 15 minutos. Después, se le echa bien de sal, orégano, se revuelve, se baja al 3-4 y se deja hasta que se termine de hacer lo de las papas y berenjenas. Yo lo suelo tener hasta que todo el líquido se consume y queda más o menos solo la carne. Se puede probar a ver qué tal de sal y corregirlo mientras está en el fuego.

Ahora, vamos a freír las patatas, que son la primera capa de la fuente. Antes, se puede dar la vuelta a las berenjenitas y echarles sal también, y dejarlas ahí hasta que se hagan las patatas. En otra sartén se echa aceite, como un dedo, y se van friendo las patatas en tandas.
Lo ideal es que queden como las de la derecha, doraditas xD Pero no pasa nada si se tuestan, porque luego van en la base, en el horno se hacen bien y no se nota la diferencia.
Es importante lavar las berenjenas que estaban reposando con la sal. Si las secas, no saltarán cuando las eches a freír. Si no las secas, tendrás que usar una tapa de sartén como escudo para que no te abrasen.
Pongo el papel absorbente para que no esté excesivamente aceitoso todo. Cuando está frito, se apaga el fueguito del tomate, que ya estará todo consumido para estas fechas (ir revolviendo, y si se consume el líquido, bajar a 1).
Se retira todo del fuego, se dejan reposar las papas y las berenjenas, y se friega la cocina. La vitro, los cacharros, etc. Entonces es el momento de montar las cosas. Como en este momento vino mi queridísimo, pues ya no hice más fotos. Porque me pongo a hablar y se me olvidan las cosas. Puedo cocinar y hablar al mismo tiempo, pero entonces las fotos desaparecen. Pero os haré un esquema.
Soy de las personitas más cutres del universo. Enfin...
Cuando está ya un poco frío, para no quemarse, se cubre el fondo de la fuente con las patatas, intentando que no queden huecos (imagen 1). Recordad que con esto os da para una fuente muy grande o dos medianas, que lo podéis congelar, etc.
Sobre las patatas echáis la carne (imagen 2). Y sobre esto, las berenjenas (imagen 3). El corte muestra el lateral con la bechamel y todo. Cuando está montado, echáis mozzarella por encima.

Y entonces nos ponemos a hacer la bechamel. Se pone la mantequilla en una cazuela a derretirse. Cuando está, se va echando poco a poco la harina, y se remueve para mezclarlo con un mezclador de varillas o un tenedor, nunca una cuchara. Se trabaja eso un poco y se mezcla bien, porque así luego no tiene (muchos) grumos la bechamel.
Después se va echando poco a poco la leche, sin dejar de remover y mezclar. Se echa el litro, y luego un poco de sal, nuez moscada y pimienta blanca. Y entonces se pone uno a remover, remover y remover, durante bastante rato, hasta que está bien deshecha la mezcla. Se va poco a poco volviendo espesa, así que se ve cuándo está hecha porque ha espesado y porque empieza a hervir. Cuando se deja enfriar, se espesa algo más. Este es el momento de probar la bechamel y corregirla de sal, antes de retirar del fuego, porque se puede seguir revolviendo.
PD: si la bechamel tiene grumos, se pasa con la batidora y no se le cuenta a nadie ;)

Cuando ya está hecha, y no sabe a harina, se retira del fuego y se vierte en las fuentes encima de la mozzarella. Así.

Esta es la segunda fuente, de la que os hablaba. Esta vez la bechamel me quedó liquidita, así que se espanzurraba todo un poco al servirlo. Si echáis más harina, se queda más firme (a mí me gusta más así).

Entonces, se espolvorea queso en polvo por encima, un poco de pan rallado, y se mete al horno como a 200º un ratejo. Cuando la bechamel empieza a hacer burbujitas o se tuesta, ya está y se puede servir.

Y así quedó:
Fue una pena que se me olvidara que estaba haciendo fotos, pero al menos hemos salido del paso. Cuando probemos la mousaka congelada, os diré cómo quedó y si está bien para congelar. Bon appétit!

jueves, 26 de enero de 2012

Amistad

A veces me siento como si fuera gilipollas.

El paso del tiempo y las cosas que me han sucedido desde bastante pequeña han hecho que me cueste mucho confiar en la gente. A esto se suma el hecho de que, cuando ya me había cerrado en banda, encontraba a alguien en quien parecía que merecía la pena confiar, lo hacía y después el golpe era mucho más fuerte.

Lo cierto es que en los últimos siete u ocho años no me ha pasado muchas veces, por suerte, aunque sí las necesarias como para que termine concluyendo que la mayoría de las chicas son unas zorras, hipócritas y muy interesadas.

Una amistad es un tándem, donde las dos partes deben colaborar para que se pueda seguir avanzando. Cuando solo uno pedalea mientras que el otro disfruta de los beneficios, el primero termina cansándose, aparcando la bici en cualquier sitio y marchándose andando que, aunque es una actividad solitaria, puedes llevar tu ritmo y si te caes, es culpa solo tuya.

El problema viene cuando, encima de no pedalear, un buen día la segunda parte del tándem echa en cara a la primera que no van a buena velocidad, que no le gusta cómo pedalea o cómo conduce, o que está harta de verle la espalda.

Llegados a este punto, ya me es indiferente cuál sea la excusa o cuál la razón de las disputas. Yo me he cansado de arrastrar tándems que no me reportan más que preocupaciones o desgracias. De buena que he sido a veces, soy tonta. Y parece que no aprendo, después de tanto tiempo.

Luego me dicen que por qué tengo tan baja opinión del género humano, que por qué no doy una oportunidad, o cualquier chorrada por el estilo. Pues PORQUE NO. Porque estoy harta de preocuparme de los problemas de los demás, de desvivirme para que la gente esté contenta, sin preocupaciones, de dar facilidades al resto, que yo ya tengo asumidas; harta de trabajar doble para que la gente obtenga buenos resultados.

Y a cambio recibo ignorancia, acritud, borderías, o incluso silencio. Hace mucho, mucho tiempo que no hablo con sinceridad con alguien de mis problemas. Mucho que no puedo confiarle a nadie mis sentimientos. Y cuando miro hacia atrás y reflexiono, me dan ganas de intentar solucionar cosas solo por tener a alguien con quien contar en las horas bajas.

Pero luego recuerdo el porqué de que las cosas estén rotas y haya que arreglarlas, y decido que es mejor dejarlas como están. Un jarrón restaurado siempre tendrá algún agujero por el que se pueda filtrar el agua. Por eso es tan difícil, una vez se ha roto, volverlo a dejar como al principio.

Y sí, el jarrón es la confianza. Y la amistad. Y muchas otras cosas.


viernes, 13 de enero de 2012

Luego estamos como estamos...

Esto es lo que me he encontrado hoy trabajando. Este texto. Quien sepa algo de latín, lo entenderá. Y quien no, puede imaginarse de qué va...

Taddeo Alderotti, medieval, médico, obra: Consilia.

Con. XIII, De Sterilitate, l. 29 y ss.

Modus autem coeundi est huiusmodi: quoniam vir debet mulierem ad desiderium incitare cum narrationibus delectabilibus coytus et cum amplexibus totius corporis et cum tactu mamillarum et loci qui est inter utramque naturam inferius et cum procuratione ut spermata cito effundantur simul, nam si vir tardat magis muliere, fricet mulier virgam parum, et si mulier tardat magis viro, mittatur digitus iunctus oleo de lilio in orificio vulve et fiat levis fricatio.

"Sin embargo, la forma de hacer el coito es esta: puesto que el hombre debe incitar a la mujer al deseo con la narración de un coito muy placentero y con abrazos de todo el cuerpo, y tocándole los pechos y el lugar que está entre ambos pétalos inferiores y con cuidado de que los espermas salgan rápido a la vez, pues si el hombre tarda más que la mujer, que la mujer friccione poco el pene, y si la mujer tarda más que el hombre, que se meta un dedo untado en aceite de lirio en el orificio de la vulva y que se produzca una leve frotación".

Ale, ale, ya sabéis... Y que luego se atrevan a decir que el latín no mola, o que solamente tiene que ver con la Iglesia...

martes, 3 de enero de 2012

Propósitos de Nuevo Año

Este año, y por primera vez, he puesto por escrito mis propósitos de año nuevo.

El 31 de diciembre de 2012 cogeré esa hoja, los leeré, y espero poder decir que los he cumplido.

Son mis dos únicos objetivos a largo plazo. El resto los tendré que ir cumpliendo día a día, pero estos me van a resultar difíciles, duros, y van a exigir mucho esfuerzo y trabajo. Empezando desde ya.

Hay que ser fuertes. Dadme fuerza.